30 diciembre 2005

Buenas sensaciones

Congelemos un instante el momento en que terminamos un libro que te ha gustado. Inigualable, ¿no?. Terminas la última palabra, cierras el libro, y en un pequeño espacio de tiempo, apenas unos segundos, no hay nada más en el mundo. Un bienestar te rodea, te invade. Aunque al cabo del tiempo no te acuerdes del argumento concreto, del desarrollo de la historia, o de los personajes, ese instante en el que solo existe el libro y el lector, esa sensación agradable: es impresionante. Da igual que tu vida sea una mierda, un engaño; da igual, porque en esos segundos en que cierras el libro, todo lo olvidas, eres feliz.

Un posto corto, pero no se merece más palabras. No hacen falta artificios en esta nota, está bien como está. Sencillo, como es esa sensación de bienestar de la que hablo arriba.