Ya que estoy, me paso por el Museo Kafka
El segundo de cuatro días, de camino desde el Castillo de Praga al Puente de Carlos me encontré con el Museo de Kafka, que no sabía ni que existía. Qué ignorancia la mía... Después de visitar todo lo programado con mis amigos y con mucho tiempo por delante, el último día me presenté allí, no me podía ir sin visitar el sitio dedicado a uno de los escritores más importantes de la historia, del que me queda mucho por leer. Pero es que hay tanto libro por pasear ante mis ojos. Así que pasé, y nada más entregarle a la "amable y grande checa" mi correspondiente ticket y entrar, lo primero que me encuentro antes mis ojos es esta pequeña joyita de la literatura Kafkiana:
Sí, es lo que estáis viendo. La primera hoja del manuscrito de la Carta al Padre. Carta que tienen al completo y que van poniendo por hojas según te vas adentrando en la a veces agobiante oscuridad de las salas. Imposible explicar con palabras lo que sentí al verla, bueno sí hay palabras, pero son un poco soeces y mejor lo dejamos. Esta carta me marcó mucho cuando la leí en su día y hace poco tiempo en que la he releído. Y aunque digan que Kafka exageró en demasía su relación con el padre, que ni él era tan bueno ni el padre era tan malo, a mí el relato me sigue pareciendo impactante. Quizás por motivos personales que se hacían similares a lo que contaba Franz, quizás porque el relato es desgarrador, el libro me dejó una huella tan fuerte. Ahí va el principio del manuscrito:
Querido Padre:
Una vez, hace poco, me preguntaste por qué decía que te temía. Como de costumbre, no supe que contestarte, en parte precisamente por el miedo que me das, y en parte porque son demasiados los detalles que fundamentan ese miedo, muchos más de los que podría coordinar a medias, mientras hablo.
Sigues pasando por las estancias rodeado de hologramas que a veces intimidan y envuelto en una música un tanto rara, y te vas encontrando infinidad de documentos y cartas del escritor, solicitando, por ejemplo, bajas por enfermedad (sufrió de tuberculosis). Y ahí va otro de los tesoros que alberga este museo:
La primera edición de La Metamorfosis, un relato que refleja la discriminación, la marginación y el rechazo como pocos libros lo han hecho. Pero también una historia en ciertos momentos divertida, como cuando Gregor Samsa en estado coleóptero intenta girar el pomo de la puerta de su habitación con la boca, y a la vez que gira el pomo, gira el escarabajo... que me reí yo con esa escena...
Hay miles de cosas más, como primera edición de El Castillo, o ilustraciones a color de La Metamorfosis. Para todo lector interesado en Franz Kafka y que viaje a Praga, su museo es una parada imprescindible.
Si no se podían hacer fotos a mí nadie me dijo nada, nadie había vigilándome para impedirlo. ¿Cómo resistirse? Imposible hacerlo.
7 Comments:
Una gran mayoría escribe sobre papel, ahora se le puede llamar procesador de textos; pero Kafka era de los que te escribía ya directamente en el hipotálamo. Todo lo que leí de él me impactó, pero hay un relato(soy un desastre y nunca me acuerdo de los títulos), en el que le escribe cartas a una niña; no sé si real o ficticia, que va mucho más allá de una sensibilidad exquisita.
Un saludo y muchas gracias por las fotos. Se trata de un viaje que deseo realizar.
Sí, realmente Kafka impacta. Ese relato no lo conozco, aunque sí leí las Cartas a Milena, el que fue amor de su vida, que también son de una muy interesante sensibilidad, pero también se ve que, como persona, era bastante débil y un poco pusilánime.
Un saludo, ya colgaré más fotos de Praga, te la recomiendo.
Sobre Carta al Padre leía esta mañana un comentario de Martín Gaite... estas energías contagian ... ya lo creo... Besos
Sí te agradecería leer ese comentario para ver lo que cuenta. Un beso
Alde, qué notas tan interesantes y atractivas estás poniendo. Es difícil resistirte a leerlas y yo, por supuesto, no lo he hecho. Espero conseguir pronto el libro de Oé, pues me has dado muchas ganas de leerlo. Un abrazo, espero charlemos pronto.
Ah, qué envidia lo de tu viaje a Praga y la visita al museo. Espero retomar pronto El castillo y releer otros libros de Kafka.
Primero que nada enhorabuena Javier.
Gracias por el comentario, se hace lo que se puede. Yo ahora tengo una lista interminable de libros por leer. Un día te la paso y la comentamos a ver qué te parece.
Ahora estoy con Iván Thays y luego me adentraré en Vila-Matas, luego con Coetzee... En fin que hay tanto que leer...
Un abrazo
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