24 diciembre 2008

Descubriendo a Kenzaburo

Por problemas de logística dejaré aparcado Un lugar llamado Oreja de Perro, de Iván Thays hasta enero, cuando mis amigas Angéline y Princesa de Hojalata puedan comenzarlo conmigo.

Así que algo tenía que coger, y con suerte hoy ya me ha llegado Arrancad las semillas, fusilad a los niños, de Kenzaburo Oé. La historia, a priori, parece interesante.




Quince adolescentes internos de un reformatorio son enviados a un pueblo en las montañas en tiempos de guerra. Para los campesinos ellos son escoria. Se desata una epidemia y los abandonan a su suerte, teniéndose que sacar por sí solos las castañas del fuego. Espero oír las voces de las que me habla Angéline cuando recuerda este libro, yo por ahora nada de nada, aunque bueno, solo llevo treinta páginas leídas.

Vaya tres patas para un banco: una Dama de las Nieves, una Princesa de Hojalata y un Caballero del signo de Tauro unidos para una lectura compartida. Me alegra que surjan estas cosas, claro que sí....