01 febrero 2006

Paredes que se ensucian... Cambios y más cambios

Se sentó en el cuarto de estar y miró las paredes. Recordó que habían sido blancas, pero ahora habían adquirido una curiosa tonaliad amarilla. Quizá se irían ensuciando aún más, poniéndose grises, o incluso marrones, como una pieza de fruta tocada. Una pared blanca se convierte en una pared amarilla que luego se convierte en una pared gris, se dijo. La pintura se gasta, la ciudad invade con su hollín, el yeso se desmorona. Cambios y más cambios. (Ciudad de cristal, primer cuento de "La trilogía de Nueva York" - Paul Auster)



The Wall (Marcin Bleszynski)



Hace poco una persona me dijo: "Mi vida es un compendio de decisiones equivocadas". Tengo que reconocer que esa frase me impactó, me pareció muy inteligente resumir con tan pocas palabras algo que seguramente nosotros nos hemos dicho a nosotros mismos alguna vez, porque en muchas ocasiones nuestras decisiones no son las acertadas, y eso, lo queramos o no, provocan cambios, que muchas veces son para bien, pero otras veces son para mal.

Y ahí es donde radica el enlace con este texto. Al leer este párrafo del primer y genial cuento de La trilogía de Nueva York, me dí cuenta de la conexión entre lo que me dijo esa persona y lo que me quería decir Auster en estas líneas. Todo se complementa, todo va unido, aunque también va separado.

Nuestra vida, además de ser un compendio de decisiones equivocadas, está sujeta a unas.. llamémoslas "consecuencias últimas": los cambios. Cambios y más cambios, son los que hacen que nuestra vida tome unos derroteros u otros, y éstos estan provocados por compendios de decisiones, tanto equivocadas como acertadas. Por mucho que queramos, nos tenemos que adaptar a ellos, no nos dan otra oportunidad. Pero también nos hacen madurar, reflexionar y pensar, son los que al fin y al cabo nos dan la vida. Porque si no existieran los cambios, no existiría nada, porque no habría nada a lo que adaptarse, ni a lo que enfrentarse para poder seguir adelante...