Navidad, ¿dulce Navidad?
Hace unos días he pasado de ser El Alde a ser El Grinch, sí. No pretendo aniquilar estas fiestas, pero no me gusta nada la Navidad. Es lógico, ¿no?, ateísmo y Navidad son términos contrapuestos, sería una contradicción tanto que creyera en ella como que gustara.
Pero esa no es la cuestión última. Estoy cansado de la falsa hipocresía que rodea estos días: el amor, la felicidad, la fraternidad, el ser solidario... todo es una mentira. Lo voy a decir muy claro: si eres un hijo de... lo vas a ser durante todo el año. Esas falsas intenciones de intentar ser bueno en estas fechas... NO, esas intenciones tienen que durar todo el año. Frases del tipo "En estos días hay que ser... (tolerante, cariñoso, comprensivo, atento, amable y un largo etc).", me sacan de quicio. Es esa engañosa e hipócrita ambivalencia la que me pone furioso. Además, toda la espiral de compras y de bombardeos comerciales que nos dicen compra, compra, compra, es en lo que se ha convertido esta festividad, pero ¿por qué no decirlo claramente? ¿por qué tildarlo de bondad y cariño? De eso nos falta mucho, y me incluyo.
La Navidad se ha convertido para mí en vacaciones y regalos el día 6 por la costumbre que se adquiere desde niño, y de la que es un poco difícil salir.
Cuanto antes termine todo este circo y vuelva a mi día a día, seré feliz, o por lo menos, todo se volverá a encauzar de nuevo. Todo esto no quita para que de las gracias a todas las personas que me han deseado (y sé que ha sido de corazón) lo mejor en estos días, pero pido perdón porque yo no felicitaré a nadie las fiestas, desearé lo mejor, pero no sólo para estos días sino para toda la vida; el nuevo año sí lo felicitaré, eso para mí va a aparte de todo. Empezar otro año tiene que servirnos de punto de partida, además de para marcarse metas, para también recordar las que nos marcamos en 05 y que no cumplimos, para que no se vayan al cubo de la basura.
Así que queda dicho, los mejores deseos para todos los lectores de esta blog, para toda su vida, no únicamente para estos días.
Pero esa no es la cuestión última. Estoy cansado de la falsa hipocresía que rodea estos días: el amor, la felicidad, la fraternidad, el ser solidario... todo es una mentira. Lo voy a decir muy claro: si eres un hijo de... lo vas a ser durante todo el año. Esas falsas intenciones de intentar ser bueno en estas fechas... NO, esas intenciones tienen que durar todo el año. Frases del tipo "En estos días hay que ser... (tolerante, cariñoso, comprensivo, atento, amable y un largo etc).", me sacan de quicio. Es esa engañosa e hipócrita ambivalencia la que me pone furioso. Además, toda la espiral de compras y de bombardeos comerciales que nos dicen compra, compra, compra, es en lo que se ha convertido esta festividad, pero ¿por qué no decirlo claramente? ¿por qué tildarlo de bondad y cariño? De eso nos falta mucho, y me incluyo.
La Navidad se ha convertido para mí en vacaciones y regalos el día 6 por la costumbre que se adquiere desde niño, y de la que es un poco difícil salir.
Cuanto antes termine todo este circo y vuelva a mi día a día, seré feliz, o por lo menos, todo se volverá a encauzar de nuevo. Todo esto no quita para que de las gracias a todas las personas que me han deseado (y sé que ha sido de corazón) lo mejor en estos días, pero pido perdón porque yo no felicitaré a nadie las fiestas, desearé lo mejor, pero no sólo para estos días sino para toda la vida; el nuevo año sí lo felicitaré, eso para mí va a aparte de todo. Empezar otro año tiene que servirnos de punto de partida, además de para marcarse metas, para también recordar las que nos marcamos en 05 y que no cumplimos, para que no se vayan al cubo de la basura.
Así que queda dicho, los mejores deseos para todos los lectores de esta blog, para toda su vida, no únicamente para estos días.
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