Desgracia Vs Abismo

Enfrento dos libros. Puede que esta comparación sea imposible de realizar, ya sea por las características de los escritores, por el estilo narrativo empleado o porque simplemente las comparaciones, como se suele decir, sean odiosas. Uno me ha gustado y el otro me ha defraudado.

Cojo con ganas a Enrique Vila-Matas. Después de muchas indagaciones sobre su literatura y las buenas críticas que leí sobre él, me decido a leer Exploradores del abismo. Un libro de cuentos, a priori sobre lo que tratan parece interesante: personajes que hablan sobre el abismo, se recrean en el y lo estudian, o simplemente utilizan el abismo como pretexto para escribir un cuento. Esto es lo que se dice más o menos en la contraportada de la edición de Anagrama, y me atrae de sobremanera. Pero se queda en eso, en nada. El estilo de Vila-Matas, su forma de narrar, me parece demasiado pesada, demasiada concentración de palabras para contar algo, no hay frescura ni ligereza, todo esta demasiado condensado y se hace muy difícil de seguir sin distraerse y pensar en otras cosas. Salvo algún cuento suelto, el libro me ha resultado bastante mediocre para lo que me esperaba de este autor. Hay algunos cuentos que solo ocupan una hoja, y realmente no cuentan nada de nada, cuando si quieres escribir algo tan tan corto, tienes que saber hacerlo muy bien, ser impactante y resumirlo todo de una manera clara. Se basa en ese abismo para escribir cuentos, pero yo no lo veo por ninguna parte, simplemente lo menciona y les sitúa a los personajes en él, haciéndonos creer que están ahí y que sus historias también están ahí, pero muchas de esas historias carecen de sentido.
Resumiendo: no me ha gustado como escribe y tampoco he entendido el sentido de los cuentos. Quizás el largo relato Porque ella me lo pidió, sea el único medianamente impactante y bien escrito.
Consecuencia: el que se ha asomado al abismo y se ha pegado un gran tortazo he sido yo.

Por otro lado, me decido a conocer la literatura del premio Nobel J.M. Coetzee, y para ello decido coger por banda Desgracia, y aquí las cosas sí que son diferentes. El libro tiene un agilidad que desborda, sobreabusa de los diálogos, pero la historia no pierde calidad porque los integra muy bien en toda la estructura. La historia es interesantísima: la vida en África, la falta de seguridad, el pensamiento de mejor solucionar las cosas de puertas para adentro, las pasiones "prohibidas", el amor propio y el arrepentimiento, el pedir perdón o el no hacerlo. La historia entre ese profesor y su hija, el amor que éste le profiere a ella y su deseo de cuidarla y evitar que le pasen cosas malas está muy bien narrado y Coetzee consigue hacer llegar al lector las dos partes, los dos pensamientos, el del padre y el de la hija. Podemos pensar que algunas decisiones de la hija sobre lo que la sucede son surrealistas, pero Coetzee, aunque nos da la opinión del padre, también nos integra el pensar de la hija dentro del contexto africano.
Resumiendo: historia interesante muy bien escrita, ágil en su narración y en su estructura.
Consecuencia: es una desgracia no leer este libro.

Dos libros, dos opiniones.