Comienzo el verano
Con todo esto, recuerdo el verano pasado, determinante, que cambió muchas cosas de mi vida. Durante su transcurso y sobre todo cuando acabó, empezó la reconstrucción de mi existencia: nuevos estudios (con toda la nueva gente que conlleva), inserción en el mundo laboral (donde he conocido a personas que me han enseñado mucho), pérdida de gente que yo consideraba imprescindible en mi vida y que ahora son como borrones que recuerdo más con indiferencia que con nostalgia, pero también de ganancia de otras que tenía más apartadas en mi vida y que ahora son totales protagonistas en ella, además de otros/as nuevos amigos/as que me han mostrado lo que es la verdadera amistad, el preocuparse por ti y hacerte sentir que existes por algo y no solo para hacer bulto. Por eso recuerdo muchas veces la frase de Tom Hanks en Forrest Gump: "la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar", y me doy cuenta de que tu vida puede cambiar en 1 milisegundo sin que tú puedas hacer absolutamente nada, y que al principio puedes atormentarte, pero luego, con el tiempo, te das cuenta de que era lo mejor que te podía haber pasado.
Pero bueno, dejémonos ya de reflexiones estúpidas, que aunque me apetecía escribirlas ya están más que pasadas. Por lo pronto yo mañana me voy cinco días a disfrutar de la playa para olvidarme de estas últimas semanas de estrés, donde espero cumplir uno de mis sueños: bañarme en una playa nudista (¿morbo? ¿degenerado? ¿naturalismo? ¿locura? ¿porque simplemente me apetece? y yo que sé . . .)