25 noviembre 2005

A los lectores de esta blog: sin ganas de escribir

Ya más de dos semanas lleva esta blog sin actualizarse. Para que no haya ningún tipo de preocupación por algunos comentarios que he leído, decir que no me pasa absolutamente nada, simplemente que ahora mismo no me apetece escribir nada, ni colgar ningún post. No es que no tenga nada de contar, que se me hayan agotado las ideas y no sepa por donde llevar todo esto, no, sólo que no me dan ganas de sentarme frente al editor de blogger y ponerme a escribir, cada vez que me he dicho "venga, vamos a escribir en la blog", se me frenaban las ganas inmediatamente, y ya digo que no sé la razón. Es una fase más, seguro que sí, a lo mejor recupero las ganas mañana, quién sabe...

06 noviembre 2005

Km. 0


Km 0



Madrid, el escenario de la mayor parte de los crímenes que he cometido, un día de verano. Escenas de una película que una vez vi. Madrid con sus ventanas abiertas. La soledad empapada en sudor buscándote en el centro de mi ciudad. Gente que huye dejando tras de sí un rastro de alma que recogen los barrenderos con sus mangueras al final de la noche. Un paraíso desierto, apenas habitado por hombres y mujeres que sueñan con una lluvia que limpie el cielo y sus cabezas. (Ismael Serrano)

Madrid, deshabitado como mi colchón
el verano en que me hice mayor,
y ella que ya no llama.

Tanta ciudad y tan poco por hacer,
gente que sueña su siesta y que
mira por la ventana.

Gente que miente por un trozo de calor,
que reza por que pare el ascensor,
atrapado contigo.

Madres que pierden a sus hijos al nacer,
buscando entre tus piernas lo que ayer
han dado por perdido.

Kilómetro Cero,
respira en el centro de la ciudad
el alma que se pierde al escapar.
Kilómetro Cero,
comienzo de los días que han de venir,
la lluvia que se derrama por ti.

Bares en los que la calma y la cerveza
salvan nuestra vida, y mi cabeza
soñando estar bajo tu ropa.

Promesas que se dicen en la cama,
luces que se clavan en tu espalda,
deja que yo te vista ahora.

Bajo unas ruedas mi mala sombra arrojaré,
quizás así interprete ese papel
en el que soy tu abrigo.

Mujeres que quizás hoy no puedas pagar
cuestionan con sus labios la verdad
de que aún seguimos vivos.

Kilómetro Cero,
respira en el centro de la ciudad
el alma que se pierde al escapar.
Kilómetro Cero,
comienzo de los días que han de venir,
la lluvia que se derrama por ti.

Kilómetro Cero,
respira en el centro de la ciudad
el alma que se pierde al escapar.
Kilómetro Cero,
comienzo de los días que vendrán,
la calma que nos trae tu tempestad.

(Km.0, Ismael Serrano, disco "La memoria de los peces")



No he colgado este post tanto por la canción como por el lugar. El Km.0, sin lugar a dudas, es un lugar especial, hundido en medio del bullicio, de una ciudad que nunca se calla, que ve pasar a miles de personas y que ha visto como todo cambia, todo crece, todo muere; un lugar que es el origen de las carreteras, pero que es también origen de Madrid, que es testigo de nuestro diario, de como mucha gente le usa de pretexto para quedar con otra gente. Siempre que estoy en Madrid, cerca de Sol, o en la zona misma, me coloco unos segundos encima suyo, descarado de mí, pero pienso: se lo merece, sí, se merece que me paré y me acuerde de lo que significa ser Km.0, todo lo que presencia cada día, y todo lo que eso conlleva.

03 noviembre 2005

Pido perdón

Amigos y amigas de estra vuestra blog (parezco Juan Cuesta, madre mía), hace unos días instalé un contador de visitas on-line, y me sorprendió mucho ver tanta gente conectada en el momento (hasta 59 personas vi un día). Tanto me sorprendió que me pareció extraño; para salir de dudas, he instalado otro contador, y la realidad es algo más cruda... por lo que he decidido no tener ningún contador on-line. Ya tengo suficiente con el contador normal y la verdad es que no me quejo de los visitantes únicos por día que tengo.

Aún así, pido mi más sinceras disculpas a todos por haberos engañado inconscientemente.

01 noviembre 2005

Mi vía de escape

Gracias blog, creo que no eres consciente de lo que me has ayudado todos estos meses, desde que te creara a finales de mayo, sin ninguna garantía de que fueras a durar, porque estaba acojonado y porque, siendo sinceros, no sabía qué puto carajo iba a escribir. Pero mírame, aquí estamos tú y yo; miro atrás y me doy cuenta de todo lo que has cambiado en este tiempo, de todo lo que te he hecho cambiar. Me doy cuenta también de todos los proyectos que he puesto en marcha sin contar con tu permiso: la publicación de cuadros, el cuaderno holandés, la sombra de sir Vidia... (te pido perdón por eso). Ahora mismo, en este preciso momento de mi existencia, no podría prescindir de ti, muchas veces, cuando me siento frente a ti, para escribir, o cuando me tiro horas muertas publicando fotos, dándoles matices con Picasa, o investigando en tu plantilla para ver qué cosas puedo mejorar, pierdo la noción del tiempo, porque no es la primera vez que miro el reloj y me han dado las 2, las 3 de la madrugada desde que me he conectado a las diez de la noche, a las once, a las doce... Te considero una de las mejores vías de escape que tengo ahora mismo, haces que me olvide de todo (incluido lo malo) y que solo piense en escribir y en mejorarte.

Y ahora, después de todo esto, que por muy cierto que sea no deja de ser cursi, dejemos a un lado todas estas melosidades estúpidas, y a otra cosa, mariposa...

Otro vago más al que mantener. . . .

Bueno, en este caso es vaga. La futura heredera, Leonor, ha nacido, así que preparemos el bolsillo que hay una boca más que alimentar en la familia de la Monarquía, que por lo menos en este país, ya está un poco obsoleta. Ya estoy viendo temblar a mi cartera...




(Nota del autor de esta blog: si alguien se ha sentido ofendido/a por este post, pido disculpas, pero qué quieren, uno no tiene muy espléndida la cuenta bancaria últimamente...)