EL CUADERNO HOLANDÉS. Entrega 5. 2ª Parte (Nijmegen, las fotos que yo hice)
Esta foto no tiene mucha historia. Vi, llegué, vencí. Es decir, estábamos dando un paseo por el pueblo, y me gustó ver un molino en medio de la ciudad, asi que tomé la foto. Bonito, ¿eh?. Si hay algo que me gustaba especialmente de los molinos era la imponencia de sus aspas. En serio, quién no los haya visto en directo, no puede ni imaginárselo. El edificio en sí era impresionante, pero las aspas.... te dejaban atónito. De mayor quiero un molino para mí, decidido.
¡Ay! Cuántas veces pude recorrer esta calle peatonal y comercial. Era una de las principales de Nijmegen. Aquí se encontraba un Burguer King, centros comerciales, tiendas de todo tipo. Era una maravilla dar un paseo por esta calle, ya fuera mañana, tarde o noche, una calle enteramente peatonalizada. Tengo muy buenos recuerdos de este lugar en concreto, fotos con la gente, sólo, en donde los españolitos de dieciséis años que estuvimos allí mostrábamos felicidad por la experiencia que estábamos viviendo. También recuerdo a un hombre que tocaba a la puerta de un supermercado con su guitarra española; pues con las mismas, un compañero le pidió la guitarra y empezó a tocar una canción de Estopa, y todos le seguimos con la voz. Era la canción de "acelera un poco más, porque me quedo tonto y vamos muy lento...". Nunca me ha gustado mucho ese grupo, y aunque pueda parecer un poco patético, en ese momento, por la tarde y con la calle abarrotada, unirnos todos para cantar la canción... fue especial, la canción era lo de menos. Ahora ya, después de muchos años, mantengo contacto con muy pocas de esas personas, pero ese momento estuvo chulo, y eso es lo que importa.
El río Waal, el cual es un brazo del río Rhin, que seguro que os suena.... Inmenso, caudaloso, se respiraba aire puro en toda la ciudad gracias a su existencia. Ya lo conté en la primera parte de la entrega, de no ser por el edificio de dos pisos que tenía en frente de mi ventana, maldita casualidad, podría verse directamente. Recuerdo muchas cosas en este lugar también. La primera noche, cuando llegamos, y después de cenar, vinieron a buscarnos mi amiga Alethia y su partner (compañera) holandesa para dar un paseo. Era de noche, todo estaba precioso, vimos este río, y luego nos acercamos a una especie de lugar que según estuviera el nivel estaba inundado o no. En ese momento sí lo estaba, pero justo al lado, un restaurante con su terracita cubierta. También recuerdo una impresionante tormenta, también con Alethia, que nos cayó mientras íbamos a casa de otra holandesa, justo a cinco metros el río. Calados acabamos.
Aquí va otra foto del río Waal. Esta está hecha desde ese sitio que os comento que depende del nivel estaba inundado o no. Ese día no estaba inundado, y me decidí a tomar esta foto, a pie de orilla, donde se puede apreciar la considerable anchura. Gran recuerdo de este momento
Pues en esta foto, lo que veis al fondo, es la torre de la catedral protestante St. Stevenskerk. No tengo ninguna foto de la catedral en sí, pero el sábado, cuando fuimos de compras (uff y todavía me acuerdo...), ví la panorámica y no pude dudarlo. No ví la catedral por dentro, pero por fuera imponía.
La casa roja del pueblo, ¿se dice así?. Bueno da igual, ya me entendeis, la casa en donde, bueno.... ¿lo tengo que explicar todo?. Otro de los sitios que ví nada más llegar. Como os he contado antes, el primer día, llego por la tarde, ceno, vinien Alethia y su partner, y conmigo y mi partner, nos vamos los cuatro a que nos enseñen un poco del pueblo, aunque ya sea de noche. Salimos de casa, el río Waal. Dos pasos más, una plaza en la que se sitúa la casa roja del pueblo, a cinco minutines de donde vivo. Si es que yo lo tenía muy cerca todo... Esta foto ya la hice otro día, era por la tarde. Me sorprendió la naturalidad, una ventana por habitación, la prostituta sentada en su silla ligerita de ropa frente a la ventana, leyendo una revistita, viendo la tele... ¿Llega un cliente? Pues se cierra la cortina y listo. Y allí nadie se escandalizaba, no había manifestaciones, ni pancartas pidiendo que eso no estuviera allí. Es algo más de la sociedad, ha sido incorporado a la normalidad de la vida diaria y no ha pasado nada. Ay madre mía, pero cuánto tenemos que avanzar aquí todavía...
Que iba ser de estas entregas sin hablar de un Coffee Shop. Lo recuerdo perfectamente; estaba en una calle estrecha, angosta, a la que se accedía desde una de las principales calles. En cuanto entrabas a la calle, olía, siento decirlo, a gloria. Lógicamente éramos menores y no pudimos entrar, además de que se nos hubiera caído el pelo, pero las fotos no nos las quitaba nadie. Es una de mis cuentas pendientes cuando vuelva a Holanda, que lo haré, entrar a un Coffee Shop.
Pues estas dos últimas fotos que cuelgo pertenecen al casco antiguo. No he conseguido averiguar, y mira que he buscado, qué eran tanto ese edificio, el Waag creo que se llama, y la puerta ésta que tiene la fecha de 1605. Sé que se encuadraban dentro de una plaza del casco antiguo de la ciudad, que por cierto es precioso. Pero nada más. Aquí también esta la estatua de Mariken van Nieumeghen (justo a la derecha de esa puerta de 1605 y enfrente del Waag, pero no se ve), de la que colgué una foto en la anterior entrega. No he podido colgar una foto mía de la estatua, porque es que en la que tengo salen dos holandeses del intercambio tocándole cada uno una... una mama, ejem ejem.
Hasta aquí esta segunda parte de la última entrega de El Cuaderno Holandés. Y ya van cinco. Para saber más sobre Nijmegen:
Nijmegen en Wikipedia.es
Nijmegen en Wikipedia (en inglés)
Web de Nijmegen